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Julio-Agosto 2012
Julio-Agosto 2012

Técnica de exploración del fondo de ojo

Araceli Fernández Revuelta

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Profesora asociada. Universidad de Zaragoza EAP Delicias Sur. Zaragoza

Araceli Fernández Revuelta

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Profesora asociada. Universidad de Zaragoza EAP Delicias Sur. Zaragoza

La exploración del fondo de ojo u oftalmoscopia consiste en la visualización a través de la pupila y de los medios transparentes del globo ocular (córnea, humor acuoso, cristalino y humor vítreo) de la retina y del disco óptico. Es un componente importante de la evaluación clínica de muchas enfermedades y es la única localización donde puede observarse in vivo el lecho vascular de forma incruenta. Para su realización en las consultas de Atención Primaria (AP) y en otras especialidades se dispone del oftalmoscopio directo.

 

A diferencia del oftalmoscopio directo, los retinógrafos permiten obtener fotografías digitales del fondo de ojo y son de utilidad en el cribado de retinopatía diabética en AP, entre otras.

 

La lámpara de hendidura es un microscopio binocular con una fuente de iluminación potente y ajustable, que proyecta un haz lineal por la hendidura, facilitando la exploración del polo anterior con una imagen amplificada y en tres dimensiones. Las técnicas de oftalmoscopia indirecta (con binocular y luz externa) y de lámpara de hendidura con lente de Goldman permiten explorar la retina periférica y habitualmente son realizadas por el oftalmólogo.

 

En este artículo se expone la técnica de exploración del fondo de ojo mediante el oftalmoscopio directo.

 

Material necesario

Oftalmoscopio directo

Instrumento óptico que dirige una luz directamente sobre la retina a través de un espejo que refleja el rayo proveniente de la fuente luminosa. Proporciona una imagen amplificada entre 14 y 16 aumentos. Las ventajas e inconvenientes se describen en la tabla 1.

Consta de los siguientes componentes (figura 1):

• Cabezal. Dispone de diversas lentes, diafragmas y filtros:

– Lentes esféricas de diferente poder dióptrico entre 20 y –25 D para enfocar estructuras oculares situadas a varias distancias. El disco de Recoss gira en sentido horario (números negros con lentes convergentes) y antihorario (números rojos con lentes divergentes). Permiten compensar la ametropía del paciente y del examinador.

– Diafragmas y filtros (figura 2):

a) La apertura grande sirve para la visión en pupilas dilatadas y la pequeña facilita la visión en pupilas sin dilatación pupilar.

b) Filtro verde o luz aneritra: destacan las estructuras vasculares y las fibras nerviosas.

c) Filtro azul cobalto: sirve para resaltar las erosiones o úlceras corneales teñidas con fluoresceína.

d) Apertura de fijación: uso en diagnóstico de fijación excéntrica y para situar lesiones maculares.

e) Apertura de hendidura: muy útil para apreciar diferencias de nivel (elevaciones o depresiones), comparar el calibre de los vasos y para explorar la cámara anterior.

• Mango. Depósito de la fuente de energía (halógena o con batería) con un reóstato en el cuello permitiendo regular la intensidad de la luz.

 

   

 

Colirio midriático

Tropicamida o ciclopentolato al 1% (opcional).

 

Oftalmoscopia del fondo de ojo normal

Las estructuras del fondo de ojo que se examinan son (figuras 3 y 4):

 

 

 

• Parénquima retiniano: la retina se visualiza como una membrana semitransparente. La coloración rojiza que presenta se debe a la tonalidad del epitelio pigmentario, y puede variar dependiendo de la raza, edad y color de la piel. Va perdiendo el brillo con los años.

• Papila o disco óptico: es la parte visible del nervio óptico y en su valoración debe incluirse (figura 5):

– Forma: redondeada u ovalada en sentido vertical, de 1,5 mm de diámetro. Los tamaños y las distancias dentro del fondo de ojo se miden en «diámetros de disco».

– Color: blanco-rosáceo, con una zona central blanquecina, que corresponde a la excavación fisiológica, es de tamaño variable no sobrepasando el 30% del diámetro papilar. Su tamaño sirve para controlar la evolución de algunas patologías que afectan al nervio óptico, sobre todo el glaucoma.

– Límites: netos, sobre todo en la zona temporal. Es frecuente observar pigmento a su alrededor.

• Vasos retinianos

– En el centro del disco óptico se sitúa el paquete vascular formado por la arteria y vena central de la retina, que se dividen en las arterias y venas temporales superior e inferior, y nasales superior e inferior.

– Las ramas de los vasos de la retina se acercan desde todos lados pero no llegan a la fóvea.

– No hay anastomosis.

– La vena es de color rojo vinoso más oscuro y de trayecto más ondulado con una relación de calibre arteria-vena de 2/3 (figura 3).

– El reflejo luminoso arteriolar es una línea brillante blanca en el centro de la arteriola y ocupa ¼ del total de la anchura de esta.

– Cruces arteriovenosos: normalmente no hay cambios en el tamaño o trayecto de los vasos cuando se cruzan.

– La arteria ciliorretiniana solo está presente en el 20% de los pacientes, depende de las arterias ciliares posteriores, irriga la mácula, lo que permitirá preservar la irrigación de esta área en caso de oclusión de la arteria central de la retina.

– Pulso venoso: hay que fijarse en el punto donde salen las venas en el borde papilar, si hay pulsaciones venosas indica que la presión intracraneal es normal. Las arterias no pulsan a diferencia de las venas.

• Mácula: para su correcto examen es precisa una buena midriasis. El área de la mácula se localiza aproximadamente a dos «diámetros del disco», situada temporalmente a la papila. Su tamaño es de 1,5 mm y presenta una coloración más oscura que el resto de la retina. En su parte central existe una zona avascular de 0,5 mm de diámetro con una depresión llamada fóvea y destaca como un reflejo puntiforme. Cualquier lesión en esta área requiere una mayor atención.

 

Descripción de la técnica

Técnica de exploración del fondo de ojo (figura 6)

La exploración debe realizarse en una habitación en penumbra. Es conveniente una buena dilatación pupilar para examinar correctamente la retina (figura 7). Los principales pasos a realizar son:

 

• El explorador se debe situar enfrente y hacia un lado del paciente, colocando el dedo índice sobre el disco Recoss (inicialmente a 0) para ir enfocando a lo largo de la exploración.

• Pedir al paciente que mire a un punto lejano.

• Para el examen del ojo derecho, el oftalmoscopio se sujeta con la mano derecha y se mira con el ojo derecho, haciendo lo propio con el ojo izquierdo cuando este sea el ojo que se va a explorar.

• Se dirige el haz de luz hacia la pupila del paciente, y a una distancia de 15 cm aproximadamente se observa el fulgor pupilar, lo que indica la transparencia de los medios. Manteniendo un ángulo de 15o respecto al eje sagital, el examinador se acerca al ojo del paciente, hasta unos 2-3 cm, y sin perder de vista este reflejo es fácil que observe la papila. En caso de localizar una rama vascular, se seguirá el trayecto de esta hasta su origen común en el disco óptico.

• Para que no pasen desapercibidos hallazgos significativos, conviene explorar el fondo de ojo de forma ordenada. Examinar, en primer lugar, la papila que servirá como punto de referencia, valorando la nitidez de sus bordes, coloración, relieve y continuar el recorrido por el fondo de ojo siguiendo las arcadas vasculares.

• Los vasos retinianos principales se examinan y se siguen de manera distal tan lejos como sea posible en cada uno de los cuatro cuadrantes (superior, inferior, temporal y nasal). Se examina el color, la tortuosidad y el calibre de los vasos. El polo posterior (figura 8) está comprendido entre las arcadas vasculares temporales, mide 5-6 mm y es donde se localizan la mayoría de las lesiones en la retinopatía diabética, como microaneurismas, hemorragias o exudados.

• Se deja para el final la exploración de la mácula, pidiendo al paciente que mire directamente hacia la luz del oftalmoscopio. Es la zona más sensible y más molesta para el paciente. Un pequeño reflejo blanco puntiforme señala la fóvea central (figura 8).

 

 

 

Tiempo necesario

Al igual que otras habilidades clínicas, el dominio de esta está condicionado por la técnica adecuada y la práctica. Es importante la perseverancia ya que al principio puede no resultar fácil la visualización del fondo de ojo. Cuando se ha adquirido la destreza suficiente, puede realizarse en 5 o 10 minutos. Es conveniente realizar breves descansos para no cansar en exceso al paciente. Cuando se emplea tropicamida al 1% es preciso esperar 15 minutos previos a la exploración para que la pupila se dilate.

 

Indicaciones y riesgos (tablas 2 y 3)

    

 

Antes de dilatar la pupila conviene explorar la cámara anterior. Una linterna puede servir para explorar la profundidad de esta, y seleccionar así los pacientes que pueden tener riesgo de sufrir glaucoma agudo. Al iluminar lateralmente el ojo se observa una sombra en el sector nasal del iris tanto mayor cuanto menos profunda sea la cámara anterior. Si la cámara es estrecha, abstenerse de dilatar farmacológicamente (figura 9).

 

Instrucciones previas y posteriores al paciente

La exploración puede resultar algo molesta o fatigosa, por lo que se debe explicar previamente al paciente en qué consiste.

 

Advertir que la tropicamida ocasiona una midriasis rápida, con el consiguiente efecto sobre la acomodación y la visión. Su efecto dura entre 4 y 6 horas. Produce un aumento leve y transitorio de la presión intraocular y, en muy raras ocasiones, glaucoma agudo de ángulo cerrado.

 

Agradecer a Leticia Pérez Bolea su colaboración en la realización de retinografías y fotos.

 

Bibliografía

  1. Arias Puente A. Oftalmoscopia. Medicine. 1991;(9):13-21.
  2. Corcóstegui B. El fondo de ojo en la medicina práctica. Barcelona: Espaxs, 1983.
  3. Degowin RL. Guía para la exploración diagnóstica. 6.a ed. México, D.F.: McGraw-Hill Interamericana, 1998.
  4. Michaelson I. Textbook of the Fundus of the Eye. Churchill Livingstone, 1980.
  5. Piñero Bustamante A. La retina periférica. Barcelona: Scriba, 1983.

AMF 2012; 8(7); ; ISSN (Papel): 1699-9029 I ISSN (Internet): 1885-2521

Comentarios

Luis Emilio 24-02-13

corto y conciso

Inmaculada 29-01-13

Comparto la misma opinión que mi compañero. Perfecto

Luis Andres 07-10-12

Perfecto. Todo lo necesario y nada más que lo necesario para nuestra consultaGracias