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Abril 2016
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Dejar de fumar: ¿gradual o drásticamente?

Helena Roig Carrera

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Institut Borja de Bioética - Universitat Ramón Llull. Barcelona

Helena Roig Carrera

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Institut Borja de Bioética - Universitat Ramón Llull. Barcelona

Introducción

La relación causal entre tabaquismo y un sinfín de enfermedades (cardiovasculares, respiratorias, cancerosas) es conocida desde hace tiempo, está bien documentada, es intensa y consistente.

 

El tabaquismo supone, además, un problema de largo alcance, siendo la principal causa de muerte prevenible en el mundo. En España, según datos de 2012, el 27,9% de los hombres y el 20,2% de las mujeres son fumadores1.

 

La cesación tabáquica es una de las intervenciones más coste-efectivas para ganar años de vida y una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar para sí misma y para los que le rodean2.

 

En nuestro medio es relativamente común recomendar una disminución progresiva del consumo de cigarrillos los días previos a la fecha elegida para la cesación completa. Pero ¿existen ensayos clínicos que avalen esta práctica? ¿Se mejora así la tasa de éxito? ¿Disminuyen las recidivas? ¿Hay algún riesgo asociado que tener en cuenta?

 

Búsqueda bibliográfica

Para responder a estas preguntas se realizó una búsqueda bibliográfica en PubMed utilizando los siguientes criterios: smoking cessation AND abrupt AND (gradual OR reduction), y limitando la búsqueda a estudios publicados en los últimos 10 años.

 

Resumen de las evidencias encontradas

Se identificó un total de 24 estudios, de los cuales 12 comparaban modos de cesación abrupta y gradual. De ellos, uno3 era una revisión y metanálisis de ensayos clínicos aleatorios (ECA) publicado en Cochrane; cuatro4-7 eran ECA; y el resto estudios observacionales.

 

Para resumir la evidencia disponible, se analiza la revisión Cochrane 2012, así como aquellos ECA no incluidos en ella. De los cuatro ECA identificados, uno4 era un análisis secundario de un estudio en el que no se analizaban las diferencias entre las dos ramas (abrupta y gradual); otro6 estaba incluido en la revisión; y otro7 era un estudio inacabado, carente aún de resultados.

 

En la tabla 1 se resumen los estudios incluidos en la revisión Cochrane3, así como el único ECA5 que se tuvo en cuenta. En todos ellos la reducción en el consumo de cigarrillos tenía como finalidad la cesación.

 

Los estudios incluidos en la revisión3 eran de buena calidad y presentaban escasa heterogeneidad entre sí. El metanálisis no observó diferencias entre las tasas de abstinencia a los 6 meses de la cesación alcanzadas con la reducción gradual y las alcanzadas con la cesación abrupta. Esta ausencia de diferencias se mantuvo en todos los subanálisis realizados: si se utilizaban fármacos, si no se empleaban, si se usaba soporte conductual o si se utilizaban estrategias de autoayuda. En cuanto al análisis de los riesgos asociados a una y otra intervención, no se pudieron establecer conclusiones, dadas las diferencias en el modo de reportarlos entre los estudios incluidos.

 

El estudio de Etter5 mostró unas tasas de cesación del 16% entre aquellos participantes que preferían la cesación abrupta, del 7% en los que preferían cesación gradual y del 9% en aquellos que no presentaban preferencias. En este último grupo no hubo diferencias en la tasa de cesación entre los que lo dejaron abruptamente y los que lo hicieron de forma gradual. Aquellos que preferían la cesación abrupta mostraron mayores probabilidades de éxito que aquellos que preferían la gradual.

 

 

Conclusiones

La reducción del número de cigarrillos previa a la cesación tabáquica es una estrategia tan efectiva como la cesación abrupta (grado de recomendación A), y lo es tanto cuando se utilizan fármacos, como cuando no se utilizan, cuando se cuenta con soporte conductual o con autoayuda. Por tanto, corresponde al profesional presentar al paciente las diferentes opciones, y a este la elección de aquella que mejor se adapte a sus necesidades.

 

Bibliografía

  1. Encuesta Nacional de Salud 2011-2012. [Internet.] Disponible en: http://www.msssi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/encuestaNacional/encuestaNac2011/NotaTecnica2011-12.pdf
  2. Cabezas Peña C, Martín Cantera C, Ballvé Moreno JL, Bladé Creixent J, Borràs i Martorell M, Granollers Mercader S, et al. Detecció i tractament del consum del tabac [Internet] Barcelona: Institut Català de la Salut, 2009. Guies de pràctica clínica, núm. 14. Disponible en: http://www.gencat.cat/ics/professionals/guies/tabac/tabac.htm
  3. Lindson-Hawley N, Aveyard P, Hughes JR. Reduction versus abrupt cessation in smokers who want to quit. Cochrane Database Syst Rev. 2012 Nov 14;11:CD008033.
  4. Hughes JR, Callas PW. Is delaying a quit attempt associated with less success? Nicotine Tob Res. 2011 Dec;13(12):1228-32.
  5. Etter JF. Comparing abrupt and gradual smoking cessation: a randomized trial. Drug Alcohol Depend. 2011 Nov 1;118(2-3):360-5.
  6. Hughes JR, Solomon LJ, Livingston AE, Callas PW, Peters EN. A randomized, controlled trial of NRT-aided gradual vs. abrupt cessation in smokers actively trying to quit. Drug Alcohol Depend. 2010 Sep 1;111(1-2):105-13.
  7. Lindson N, Aveyard P, Ingram JT, Inglis J, Beach J, West R, Michie S. Rapid reduction versus abrupt quitting for smokers who want to stop soon: a randomised controlled non-inferiority trial. Trials. 2009 Aug 14;10:69.

AMF 2016; 12(4); ; ISSN (Papel): 1699-9029 I ISSN (Internet): 1885-2521

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