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Mayo 2020
Mayo 2020

Mujeres y salud en Atención Primaria

María José Fernández de Sanmamed Santos

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Jubilada

Francesca Zapater Torras

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Jubilada

María José Fernández de Sanmamed Santos

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Jubilada

Francesca Zapater Torras

Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Jubilada

El relato único crea estereotipos, y el problema con los estereotipos

no es que sean falsos, sino que son incompletos.

Convierten un relato en el único relato.

Chimamanda Ngozi Adichie
en El peligro de la historia única. Literatura Random House, 2019

 

Es conocido que hombres y mujeres enferman de forma distinta y tienen perfiles de salud diferentes inherentes a su biología. Y también que las mujeres sobreviven mejor que los hombres a cualquier edad, fenómeno que trasciende tiempo y espacio. Las mujeres son más resistentes a los motivos de muerte principales, pero su salud no es mejor que la de los hombres. Se están investigando los posibles mecanismos biológicos según sexo de las diferencias en la expectativa de vida y en la afectación por algunas enfermedades, en las que parece que el sistema inmunológico tiene un papel clave1.

 

Los factores biológicos no son las únicas causas de enfermedad. La salud de las personas está influida, además, por factores sociales, entre los que las atribuciones de género ocupan un lugar destacado. El género es un eje transversal de desigualdad que interactúa con todos los demás determinantes de la salud2. Es un determinante estructural, dado que estructural es la organización social por géneros, que produce brechas, entendidas como desigualdades3. Este monográfico se ocupa de la salud de las mujeres, si bien hay que tener en cuenta que las construcciones actuales de género afectan también a los hombres y a su salud (perfil de conducta, muertes de causas externas en jóvenes, etc.).

 

La mujer y sus características biológicas, así como el impacto del género en su salud, y en sus formas de enfermar, han sido excluidas muchas veces de los saberes, investigaciones y prácticas médicas, exclusión que persiste hoy en día. No obstante, en la actualidad nos encontramos en un intenso debate social y político, impulsado por las teorías de género4 y los movimientos feministas. Se ha llevado a la agenda médica y sanitaria el cuestionamiento del saber construido en torno al modelo androcéntrico, el predominio de los factores biológicos en la salud y la ignorancia de las desigualdades que la organización social por géneros ha tenido en la salud de la mujer. Aunque recientemente se están produciendo cambios para subsanar estas ausencias y se está incorporando el factor sexo-género en muchos trabajos de investigación, queda mucho por recorrer.

 

El sistema sanitario (SS) es también un determinante de salud y su actuación puede introducir equidad o inequidades e incidir en el impacto que puedan tener otros determinantes. En efecto, puede invisibilizar las desigualdades por razón de género (no reconocerlas), mantenerlas (atención inadecuada) o reproducir las brechas y sesgos de género (por su propia acción)5.

 

Hace poco más de un año, la revista The Lancet publicaba un número especial titulado Advancing women in science, medicine, and global health6 en cuyo editorial se afirmaba: «La conclusión abrumadora de esta colección de trabajos es que, para conseguir un cambio significativo, las acciones deben dirigirse hacia la transformación del sistema en que trabajan las mujeres». Esta misma transformación se requiere en el SS, que debe revisar cómo está abordando las desigualdades de salud, identificar las inequidades y poner en marcha acciones, programas y estrategias para favorecer la equidad de género en su quehacer. En esta línea, la Organización Mundial de la Salud4 ha elaborado unos criterios para evaluar la sensibilidad de género en los programas y políticas sanitarias Consta de cinco niveles, los dos primeros representan situaciones que impiden el logro de la igualdad y equidad de género, el tercero ubica el punto de partida para hacer programas de género y los dos niveles siguientes representan aquellas políticas y programas de salud sensibles a las características de género (tabla 1).

 

Las consultas de Atención Primaria (AP) son testigos de primera línea de las intersecciones de los diversos ejes de desigualdad e inequidad que se expresan en la complejidad de la clínica. Complejidad que no siempre es fácil de descifrar cuando no se dispone de las herramientas teóricas que la aclaren o se trabaja partiendo del síntoma y su explicación biológica, muchas veces desprovisto del sujeto y su narrativa. Esta publicación que presentamos refleja el cuestionamiento actual de los saberes y prácticas médicas construidos de espaldas a la mujer y su género, su vida y sus determinantes de salud. Con ella se pretende contribuir a la construcción de teoría de género en AP, pero también que lectoras y lectores encuentren argumentos y herramientas para mejorar las prácticas y ayudar (ayudarnos) a las mujeres y a los hombres en la lucha contra las inequidades, entendidas como desigualdades injustas. Una práctica con perspectiva de género va a ser beneficiosa para las mujeres que atendemos, así como para las y los profesionales en la medida en que va a ampliar la comprensión de lo que a veces resulta inexplicable y a proporcionar elementos de intervención que aportarán sentido y mayor satisfacción por el trabajo.

 

El monográfico Mujer y salud ha contado con un panel de autoras de lujo, la mayoría de ellas mujeres, médicas de familia y con práctica asistencial en AP. Sus artículos expresan su gran conocimiento y experiencia sobre el tema. Desde aquí va el agradecimiento por el enorme trabajo realizado, compaginando los conocimientos divulgados en la literatura científica con aportaciones innovadoras para la práctica asistencial. Con el fin de dar visibilidad a las mujeres médicas y científicas, se ha introducido una variación en las recomendaciones de citación habituales para la bibliografía, incluyendo el nombre propio de las autoras y los autores citados.

 

En este número Pilar Babi, M.a Teresa Ruiz, Lydia Salvador y Blanca de Gispert nos proporcionan una excelente visión de la epistemología androcéntrica de nuestro SS y ponen de manifiesto cómo ello produce inequidades y sesgos de género tanto en las pacientes, como en nosotras como profesionales sanitarias. Encontramos, asimismo, artículos como el de Patricia Escartín y Mónica Lasheras, y el de Elena Ruiz y Sunera Sadacali, que abordan y profundizan en el impacto de los determinantes sociales en la salud de las mujeres. Desde una posición eminentemente práctica y primarista, Clara Benedicto da herramientas para cambiar el marco epistemológico en nuestra práctica clínica y mirar a las pacientes con «gafas moradas». Otros artículos de la sección «Los principales problemas de salud» nos acercan a síntomas, sufrimientos y temores de la mujer desde una visión narrativa y de género: es el caso de Blanca Folch y Vicente Palop, que lo hacen desde el dolor físico, y Elena Serrano, que nos acerca al dolor emocional. En la misma sección clínica, varias autoras abordan necesidades y patologías específicas: Irene Fernández y Sara Calderón centran su artículo sobre los motivos de consulta más frecuentes relacionados con la salud sexual y reproductiva, y Rosa Magallón presenta el papel de la AP frente a la mujer con cáncer de mama y los programas de prevención. Mención especial, por su magnitud y gravedad, lo ocupa el artículo de Irmina Saldaña y Alicia Díaz sobre violencia de género y su repercusión en la salud de las mujeres y sus familias. Como broche final, Txema Coll y Myriam Ribes abordan un tema de actualidad que cada vez llega más a nuestras consultas, la reproducción asistida.

 

A lo largo de los diferentes capítulos se encontrarán conceptos provenientes de la literatura científica de género que pueden no resultar familiares. Para facilitar su comprensión hemos incluido un glosario que esperamos sea de utilidad.

 

Queremos agradecer a AMF la iniciativa de realizar este monográfico, a pesar de la dificultad que implica y de las posibles resistencias que pueda originar desde posicionamientos que priorizan los aspectos biológicos del enfermar y se resisten a ver la importancia de los determinantes y las construcciones sociales en la salud y la enfermedad. Ha sido para nosotras un honor coordinarlo, a la vez que consideramos que sería una buena iniciativa dedicar un número especial al género y su repercusión sobre la salud de los hombres.

 

Bibliografía

  1. Oertelt-Prigione Sabine. The influence of sex and gender on the immune response. Autoimmun Rev. 2012;11:A479-A485. DOI: 10.1016/j.autrev.2011.11.022
  2. García Calvente María de Mar (Coordinación), Del Río Lozano María, Maroto Navarro Gracia, Sánchez-Cantalejo Garrido Carmen, Fernández Ruiz Emilia. Informe Salud y Género en Andalucía 2018. [Internet.] Granada: Consejería de Salud, Junta de Andalucía, Escuela Andaluza de Salud Pública; 2018. Disponible en: https://www.easp.es/wp-content/uploads/publicaciones/EASP_Informe_Salud_y_Genero_Andalucia_2018.pdf
  3. Sen Gita, Östlin Piroska. Final Report to the WHO Commission on Social Determinant of Health. Unequal, unfair, ineffective and inefficient Gender Inequality in Health: Why it exist and how we can change it. [Internet.] 2007. Disponible en: http://www.eurohealth.ie/pdf/WGEKN_FINAL_REPORT.pdf
  4. WHO. Gender Responsive Assessment Scale: criteria for assessing programmes and policies. En: WHO Gender Mainstreaming Manual for Health Managers: a practical approach. [Internet.] Geneva: World Health Organization; 2011. Disponible en: https://www.who.int/gender/mainstreaming/GMH_Participant_GenderAssessmentScale.pdf
  5. Urbanos Garrido Rosa María. La desigualdad en el acceso a las prestaciones sanitarias. Propuestas para lograr la equidad. Gac Sanit. 2016;30(Sup1):25-30.
  6. The Lancet. Advancing women in science, medicine and global health. Lancet. [Internet.] 2019;393(10171):493-610, e6-e28. Disponible en: https://www.thelancet.com/journals/lancet/issue/vol393no10171/PIIS0140-6736(19)X0006-9

AMF 2020;16(5);242-243; ISSN (Papel): 1699-9029 I ISSN (Internet): 1885-2521

Cómo citar este artículo...

Sanmamed Santos M, Zapater Torras F. Mujeres y salud en Atención Primaria. AMF. 2020;16(5):242-243.

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