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Diciembre 2011
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Síndrome de la testarudez

Artículo publicado el 28 de diciembre de 2011

 

Recientemente, se ha dado a conocer una nueva enfermedad. Algunos profesionales, con larga experiencia clínica, ya sospechaban de su existencia. Sin embargo, no ha sido hasta hace pocos días que un comité de expertos ha definido sus criterios diagnósticos1, en espera de ser incluida en la próxima edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV). Por este motivo, se publica en esta sección un artículo de revisión sobre este síndrome.

 

Puntos clave

El síndrome de la testarudez es una enfermedad muy prevalente y altamente infradiagnosticada.

 

Como existe un infracontrol, puede haber consecuencias muy negativas para la salud del paciente y su familia.

 

Gracias a la investigación, se están estudiando varios fármacos que tienen un futuro muy prometedor para controlar el curso de la enfermedad.

 

Concepto

El síndrome de la testarudez (SITEST) se define como un trastorno del pensamiento y del comportamiento, en el que el paciente presenta unas ideas y/o unas actitudes obstinadas que interfieren de forma significativa en las actividades de la vida diaria. El paciente cree que tiene razón o hace una cosa de una determinada forma, eludiendo las recomendaciones de otras personas, en ausencia de conciencia de enfermedad.

 

Como facultativos implicados en la atención a esta patología, somos conscientes de que no se trata de un trastorno que amenace la vida, pero sí que puede afectar profundamente la calidad de vida del sujeto que la padece. Además existe un importante infradiagnóstico e infracontrol de la enfermedad con nefastas repercusiones para el paciente y su familia.

 

Clasificación

Según el área del comportamiento y del pensamiento que afecte, puede clasificarse en dos subtipos:

 

  • Síndrome de la testarudez generalizado (SITESTG): si afecta a todas las esferas de la vida. Habitualmente presenta peor pronóstico.
  • Síndrome de la testarudez específico (SITESTE): si afecta a una única esfera (por ejemplo: SITEST familiar, SITEST laboral, etc).

 

Prevalencia

No existen datos sobre la prevalencia del SITEST, ya que hasta este momento no se habían establecido sus criterios diagnósticos y en la bibliografía se encuentran datos muy heterogéneos. Sin embargo, diversos estudios epidemiológicos apuntan una elevada prevalencia, que podría estar entre un 40-50% de la población adulta de los países desarrollados. Esto significa que para un cupo medio de 1.500 personas, unas 700 podrían sufrir esta enfermedad2.

 

No se han descrito diferencias de prevalencia entre sexos.

 

Etiopatogenia y factores de riesgo

La etiopatogenia es parcialmente conocida. Se ha relacionado con diferentes alteraciones a nivel del sistema nervioso central, pero parece que la hipótesis más plausible es un aumento de un neurotransmisor: el testarutín.

 

Se han implicado también factores ambientales, dado que es más frecuente en determinadas regiones geográficas (por ejemplo: alguna comunidad autónoma española parece tener un aumento significativo de esta patología), y también genéticos, con una trasmisión autonómica recesiva con incursión variable. Existen familias con una fuerte agregación de casos y se han descrito también casos congénitos.

 

Dado que hasta ahora no se ha relacionado de forma clara con ningún factor de riesgo, no es posible la prevención de esta enfermedad. De ahí, la importancia de su diagnóstico y tratamiento precoz.

 

Diagnóstico

 

1. Anamnesis

Como el paciente no tiene conciencia de enfermedad, es la pericia y la búsqueda activa del clínico la que nos puede hacer sospechar la existencia de este trastorno, por lo que, teniendo en cuenta su elevada prevalencia, se aconseja una anamnesis dirigida a todas las personas que nos consultan.

 

Ante la sospecha clínica y para completar el diagnóstico, deben seguirse los pasos que se desarrollan a continuación:

 

2. Cuestionario TOZ-5P

Fruto de la reciente reunión de consenso del comité de expertos, se ha validado un cuestionario diagnóstico del SITEST con elevadas sensibilidad y especificidad (tabla 1).

 

El test consta de cinco ítems y está validado para ser autoadministrado, excepto el ítem n.º 5 que debe ser contestado por alguna persona próxima al paciente (un familiar o un compañero de trabajo).

 

El diagnóstico de presunción de SITEST puede realizarse a partir de una puntuación en el test de 16 puntos, y a partir de este valor, debe ser tratado en todos los casos. En las puntuaciones menores, se habla de pre-SITEST y la indicación de tratamiento se dejará a criterio del profesional aunque conviene tener en cuenta el mal pronóstico de estos pacientes que acabarán evolucionando a un SITEST en un 70-80% de los casos pasados 5 años.

 

 

3. Análisis

Se ha descrito múltiples alteraciones analíticas por lo que se recomienda determinar a todos los pacientes:

 

  • Sangre: VSG, proteinograma, inmunoglobulinas, anticuerpos antinucleares, TSH, testosterona, 17b-estradiol, antitrobombina-III, PSA y PSA libre, incretinas.
  • Gasometría arterial.
  • Orina de 24 horas: magnesio.

 

En la actualidad se desconoce la implicación de estos parámetros en la fisiopatología de este síndrome.

 

También es posible determinar el marcador específico de la enfermedad: el testarutín, neurotransmisor que se encuentra elevado en el líquido cefalorraquídeo (LCR) de estos pacientes. Para determinarlo, existe un kit de extracción de LCR que incorpora un reflectómetro que obtiene muestras y las analiza en pocos minutos y que podría estar disponible en las consultas de Atención Primaria en los próximos meses. Unos niveles de testarutín superiores a 3 microgr/dl se consideran diagnósticos del SITEST. Mientras no se disponga de los kits en las consultas, se debería pedir el nivel de testarutín en sangre, que aunque no sirve para el diagnóstico, sí que tiene valor para realizar el seguimiento de la enfermedad.

 

4. SPECT cerebral de neuroreceptores3

La exploración complementaria de elección es el SPECT cerebral.

 

Se practica un SPECT basal y un SPECT con estimulación. Durante la estimulación, el paciente es sometido a situaciones en las que pueda mostrar su testarudez. El patrón característico de esta enfermedad es un aumento difuso y marcado de la actividad cerebral en el córtex prefrontal ventromedial durante la estimulación.

 

5. Biospia por estereotaxia

La biopsia del córtex prefrontal ventromedial en la que se determina la elevada concentración de testarutín nos da el diagnóstico de certeza. Dado que se trata de una prueba invasiva debe reservarse para los casos que planteen dudas diagnósticas.

 

En la tabla 2 se muestran la sensibilidad, especificidad y valores predictivos de las distintas pruebas propuestas para el diagnóstico definitivo de SITEST.

 

Tratamiento

Hay que establecer una relación terapéutica entre médico y paciente basada en la confianza. Es fundamental, una vez hecho el diagnóstico, proceder a explicárselo al paciente de forma comprensible, evitando hacer juicios de valor o simplificaciones, intentando comprender su personalidad y sus creencias sobre el SITEST. Es fundamental evaluar la disponibilidad y posible soporte de miembros próximos de la familia.

 

El tratamiento del SITEST debe incluir en todos los casos un tratamiento combinado (psicoterapia y tratamiento farmacológico):

 

1.    Psicoterapia: se recomienda la terapia cognitivo-conductual con sesiones diarias.

2.    Tratamiento farmacológico4:

  • Se ha ensayado con diferentes grupos de fármacos que han demostrando su no inferioridad. Ningún grupo terapéutico ha demostrado ser claramente superior a los otros, por lo que cualquiera de ellos sería una alternativa válida de tratamiento.
  • Dado el elevado índice de recaídas, todo tratamiento farmacológico que se inicie debe mantenerse de por vida.
  • Actualmente existen diferentes ensayos clínicos en marcha con asociaciones de estos fármacos con resultados preliminares muy prometedores. Especialmente, el laboratorio JETA está dedicando muchos esfuerzos para obtener un nuevo fármaco que parece ser de gran utilidad.

De momento las opciones de tratamiento son (tabla 3):

  • ISRS: aunque se desconoce su mecanismo de acción, este grupo de fármacos ha demostrado eficacia.
  • Gabapentina: también se ha ensayado con éxito este fármaco en el SITEST. Se puede hablar del axioma: neuromontín for everything5.
  • Anticuerpos bloqueadores de los receptores del testarutín a nivel postsináptico y anticuerpos monoclonales anti testarutín: son medicamentos específicos para este síndrome que actúan disminuyendo los niveles de testarutín. Su elevado coste, hace que por el momento deban reservarse para los casos más graves.

Seguimiento y consejos para el paciente y su familia

Dado el carácter crónico de la enfermedad y su curso oscilante, con recaídas que pueden ser importantes, se recomienda un control minucioso por parte del equipo de Atención Primaria. Las visitas de seguimiento, que ha establecido como adecuadas el Comité de Expertos1, son un mínimo de seis al año:

 

  • Cuatro visitas por parte de la enfermera: cada 6 meses se debe pasar el test TOZ-5P y si se produce un aumento significativo de 4 puntos o más, el paciente debe ser visitado con carácter urgente por el médico de familia. En el resto de visitas, se deben controlar las constantes vitales (es posible una asociación con aumento de la presión arterial y del peso), la dieta y el estado general del paciente.
  • Dos visitas mínimo con el médico de familia, para realizar el control del tratamiento. Ante cualquier cambio, adelantar la visita médica6.

 

En cuanto a la familia, se debe recomendar mucha paciencia y explicar técnicas familiares para sobrellevar la enfermedad. En casos de deterioro importante, puede ser necesaria la intervención de los profesionales de trabajo social. Se pueden valorar recursos para el descanso familiar.

 

También pueden ser de mucha ayuda tanto para el paciente como para la familia, las cada vez más numerosas asociaciones de pacientes con SITEST: http//:www.testarudosunidos.org

 

 

 

Bibliografía

1. Consenso diagnóstico y terapéutico del SITEST. Reunión de expertos. Baqueira-Beret (diciembre 2011). Auspiciado por el laboratorio JETA.

2. Blech J. Los inventores de enfermedades. Ediciones destino 2005.

3. Smith R. In search of “non-disease”. BMJ 2002;324:883–5.

4. Moynihan R, Smith R. Too much medicine? BMJ 2002;324:859–60.

5. Landefeld CS, Steinman MA.The neuromontin legacy. Marketing through misinformation and manipulation. NEJM 2009; 360:103-106.

6. Notas clínicas personales pendientes de publicar.

AMF 2011;7(11);927; ISSN (Papel): 1699-9029 I ISSN (Internet): 1885-2521

Cómo citar este artículo...

Síndrome de la testarudez. AMF. 2011;7(11).

Comentarios

Mª Eugenia 20-07-12

Fiel descripción de la aparición de nuevas enfermedades.Nos hemos reido un buen rato en el CAP.Gracias

Rafael I. 21-02-12

Señor director: en mis años de facultad tuve la oportunidad de tipificar, junto a un compañero, el comportamiento de los estudiantes “pelota” en relación con las modificaciones de los nieveles plasmáticos de una proteína plasmática, la pelotina, cuya concentración estaba regulada por el enzima peloteasa. Desde entonces es bien sabido que los portadores heterocigotos de un déficit de peloteasa presentan picos de pelotina que provocan comportamientos “pelota” con el profesorado. Los homocigotos presentan una actitud casi incompatible con la vida académica.A raíz de la publicación del artículo sobre el “síndrome de la testarudez” hemos tenido la oportunidad de estudiar, en una muestra de médicos defensores de la homeopatía, los niveles de otras dos enzimas, hasta ahora pocos conocidas: la testarudasa y la evidenciasa. Nuestros resultados preliminares muestran, como sospechábamos, una elevada prevalencia del déficit homocigoto de testarudasa en esta población. Nos ha sorprendido, sin embargo la presencia casi universal de niveles suprafisiológicos de evidenciasa. Son necesarios más estudios que confirmen estos datos.

Alberto 31-12-11

Todos somos testarudos en ocasiones. En el primer número de la revista AMF de este año 2011 publicasteis un artículo en el que concluíais que la Homeopatía tiene el mismo efecto que el placebo apoyándolo sólo en dos pruebas clínicas: una insuficiente (estudio sobre una única patología) y otra falsa (un estudio fraudulento con una metodología claramente deficiente y sesgada). La lectura atenta de la bibliografía que sostiene vuestra opinión no permite llegar a esas conclusiones, presenta varias contradicciones con vuestro artículo y sobretodo se han omitido decenas de artículos clínicos con metodología de alta calidad y favorables a homeopatía, así como la muy abundante evidencia de los efectos de las diluciones homeopáticas en el crecimiento vegetal, en procesos enzimáticos (hidrólisis de almidón), inmunológicos (degranulación de basófilos), y su detección con técnicas de imagen como espectrofotometría, termoluminiscencia y RMN. En aquella ocasión, los lectores de AMF que no revisaron de forma crítica vuestra bibliografía se quedaron con la creencia de que vuestra opinión estaba aceptablemente sustentada en pruebas. Os sugiero que aprovechéis la lucidez del presente artículo por el que os felicito, para rectificar los importantes errores del artículo comentado. Gracias.

Dan Marian 30-12-11

muy interesante el tema que abordáis en el presente artículo. muy bien explicado y bastante completo en cuanto a opciones de tratamiento (en nuestro grupo de trabajo estamos estudiando un tto con un enfoque bio-psico-socio-energético). solo tengo dos comentarios: en primer lugar, no entiendo por qué la gente se cree lo de la inocentada solo por que se publicó el día 28 cuando disponemos de evidencia tan evidente del alcance de esta enfermedad; en segundo lugar, en la tabla del cuestionario TOZ-5P hay un error de imprenta en la puntuación del test del observador: en el caso de "si" se adjudican 4 puntos si el observador es pareja/suegr@ y 5 puntos en el caso de observador independiente. Desde AwApT (Awkward Approach Treatments) reciban un cordial saludo y BUENA ENTRADA EN EL NUEVO AÑO!!

Francisco Jose 29-12-11

Como un toque de humor puede hacernos pasar un buen rato y ayudarnos a reflexionar sobre nuestra forma de trabajar. Simplemente GENIAL. Gracias.

Mª. Carmen 28-12-11

Me ha encantado este articulo .Es buenisimo y en cuanto a la bibliografia !os la hebeis currao !Muchas gracias por estos minutos de sonrisas.Saludos Carmen

José Daniel 28-12-11

Una de las mejores inocentadas que he visto. Yo en cambio hoy he gastado otra: dije en el curro que me iba al Mº de Sanidad para ser Coordinador independiente de la sección española del programa europeo para la seguridad del paciente y que había sido nombrado por Ana Mato. Muchos se lo han creido. Y se lo han creido, creo yo, porque ya apenas gastamos inocentadas. La gente con esto de la crisis no vive estas fechas de navidad como antaño. En fin, creo que como estamos todos en un proceso 'depresivo colectivo', un poco de humor nos hace bien.Gracias por el 'relevante artículo' que solo se podía leer en la edición online.

Soledad 28-12-11

¡¡¡GENIAL!!!

Angel Jose 28-12-11

Nada como un poco de humor para alegrar el dia

LUIS 28-12-11

Me lo creí hasta leer lo del testarutín. Muy bueno.

Mario 28-12-11

Un revista tan buena que se hace divertida es doblemente buena. !Muchas gracias!

José María 28-12-11

El artículo es buenísimo,debíamos pasar el test a nuestros pacientes cada 28 de diciembre...

María José 28-12-11

Muy Bueno!!!Me lo había creído hasta casi la biopsia del cortex!! Que nó!. Que ésta es mi inocentada

Alicia 28-12-11

Je, Je me suena a inocentada...