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Enero 2014
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Anna Cartanyà Fernández

Residente de 4.º año de Medicina Familiar y Comunitaria EAP Bon Pastor. Barcelona

Anna Cartanyà Fernández

Residente de 4.º año de Medicina Familiar y Comunitaria EAP Bon Pastor. Barcelona

Puntos clave

  • La vacuna antigripal es una vacuna vírica trivalente que contiene dos subtipos del serotipo A y uno del serotipo B.
  • La composición anual de la vacuna antigripal se basa en las recomendaciones de la OMS según las cepas que se cree circularán en cada temporada.
  • La efectividad de la vacuna antigripal dependerá de si la cepa circulante casa con la cepa vacunal.
  • Es frecuente que al menos una de las cepas de la vacuna antigripal coincida con la cepa de la temporada anterior.
  • Más importante que la fecha de caducidad en sí es una buena conservación de la vacuna.
  • Se debe dejar en stock un pequeño lote de vacuna antigripal por si algún paciente viaja al hemisferio contrario y precisa vacunarse.
  • Se deben reforzar los mecanismos de control, tanto a nivel del centro como a nivel institucional, creando sucesivas barreras que impidan cualquier incidente de seguridad hacia el paciente.

 

 

Una paciente solicita a su médico de familia la vacuna de la gripe el primer día de campaña vacunal de la temporada 2012/2013. Después de administrarla, la doctora se percata de que la vacuna estaba caducada y que correspondía al lote del año anterior. Analizaremos en este artículo la administración a un paciente de una vacuna antigripal caducada. Nos preguntamos si es efectiva la vacuna de la temporada 2011/2012 para el virus de la gripe del 2012/13, si se debe revacunar al paciente, si tendrá efectos adversos, si caduca en la fecha indicada en el envase y si se podía evitar.

 

El objetivo de la vacunación antigripal es evitar las complicaciones de la gripe en los grupos de riesgo. Se trata de una vacuna inactivada, que no puede producir la gripe, y trivalente (dos subtipos del serotipo A y uno del B). La composición anual se basa en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) según las cepas que se cree que circularán; su efectividad dependerá de si la cepa circulante casa con la vacunal.

 

A la paciente se le administró A/California/7/2009 (H1N1)pdm09-like virus, A/Perth/16/2009 (H3N2)-like virus y B/Brisbane/60/2008-like virus en vez de A/California/7/2009 (H1N1)pdm09-like virus, A/Victoria/361/2011 (H3N2)-like virus y B/Wisconsin/1/2010-like virus.

 

Según la OMS, se cambió de cepa AH3N2 porque con la anterior se esperaba una actividad reducida. Para la B se modificó el linaje pero desde el año 2000 circulan dos cepas B, por lo que se recomendó vacunar a la población de ambas. La cepa AH1N1 no ha variado, por lo que el paciente se ha vacunado con la misma de la temporada 2012/20131,2. La vacuna administrada tiene actividad para AH1N1 y reducida para AH3N2 y a priori es igual de efectiva la cepa B de la nueva como la de la vieja, por lo que no haría falta revacunar al paciente.

 

La vacuna antigripal es estable durante 1 año entre 2 y 8º C. Como su composición varía al menos en una de las cepas, las vacunas de una campaña no se usan en la siguiente por la potencial baja efectividad de esta, si no hay similitud entre las cepas circulantes y vacunales. Y no por problemas de seguridad, pues no se asocia a mayor reactogenicidad ni existe evidencia científica de mayor riesgo de efectos adversos tras la administración de una vacuna antigripal caducada3. Es más importante una óptima conservación que la fecha de caducidad en sí.

 

Es obvio que se saltaron una serie de barreras de seguridad (figura 1) que nos condujeron al error, como no comprobar la fecha de caducidad antes de administrar la vacuna, no registrar el lote en la historia clínica antes, y no retirar las sobrantes al final de la temporada.

El error se notificó y analizó en la Comisión de Calidad del centro, y se mejoró el circuito de vacunas. Se nominó a una enfermera responsable de cada una de las neveras, que revisa la temperatura y la caducidad de las vacunas semanalmente. Una vez acabada la campaña, se retirarán las sobrantes dejando un pequeño stock por si algún paciente viaja al hemisferio contrario.

 

Concluyendo, es un error de seguridad evitable por lo que se deben reforzar los mecanismos de control para impedir nuevos incidentes. Sin embargo, los efectos adversos, en caso de existir, no hubiesen diferido de los ya conocidos. Además, más importante que la fecha de caducidad en sí es una buena conservación de la vacuna.

 

Las autoras queremos agradecer encarecidamente a nuestra colega M.ª Luisa Morató Agustí, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del EAP Sant Just Desvern (Barcelona) y coordinadora del grupo de vacunas de la Camfic, sus valiosas aportaciones porque sin ellas este artículo no hubiese sido posible.

 

Lectura recomendada

Morató ML, Álvarez MJ, Gomes J, Puig J, Aresté N, Lucio E. Vacunas recomendadas en adultos. Manual de enfermedades infecciosas en Atención Primaria. Grupo de trabajo de enfermedades infecciosas de la semFYC. 3.ª edición. 2010.

 

Bibliografía

  1. World Health Organisation (WHO): Recommended composition of influenza virus vaccines for use in the northern hemisphere 2011-2012 influenza season.
  2. World Health Organisation (WHO): Recommended composition of influenza virus vaccines for use in the northern hemisphere 2012-2013 influenza season.
  3. Grupo de consenso sobre gripe AEV. Conferencia de Consenso sobre gripe. Asociación Española de Vacunología. Noviembre 2005.

AMFj2014;3(1):4

AMF 2014;10(1);1676; ISSN (Papel): 1699-9029 I ISSN (Internet): 1885-2521

Cómo citar este artículo...

Cartanyà Fernández A, López Plana A. Consumir preferentemente antes de.... AMF. 2014;10(1).

Comentarios

Natàlia 13-02-14

Muy útil !